Imaginemos por un casual que entramos en una tienda física cuya actividad principal sea la venta de amigos. La empresa se llama “why can’t we be friends?” y esta posicionada como una de las mejores en la venta de gente afín a ti, es decir, de amistad. Al entrar en la tienda y bajo la famosa canción de la banda americana War, se nos acerca una señorita ataviada con el uniforme de la empresa y nos pregunta muy amablemente si nos puede ayudar en algo. -Sí, verá- contestamos mirando a nuestro alrededor -Deseo de un amigo. A ser verdad, de un mejor amigo. Un conocido me dijo que compro su grupo aquí y está muy contento-. -¿Un mejor amigo? Estupendo- contesta la señorita -Acompáñeme por aquí para tramitar su petición. Sabe que este trámite es uno de los más exquisitos de la casa y más costoso, ¿verdad?- Nos pregunta. -Sí, señorita. En amigos uno no debe escatimar en gastos. Por el dinero no se preocupe. También estaba pensando en comprar un lote para ocasiones contadas. A ser posible.- La dependienta muy amablemente e invitándonos a sentarnos en su despacho contesta - Muy buena elección, este mes el lote de 12 amigos está en oferta a…
Facebook Troll face- WaaySheGoes |
Podría parecer una novela de ciencia ficción que acarrearía una oleada de protestas ante la infravaloración de la amistad y la relación de los individuos. Más de uno se echaría las manos a la cabeza. Sin embargo, en Social Media no. Tras la incorporación de perfiles empresariales a las redes sociales, ha surgido una nueva tipología empresarial que se dedica a la venta de fans, seguidores, followers y demás términos digitales que definen al concepto amigo en las redes sociales. Aquí, los amigos se venden por paquetes. Sírvase usted mismo, es su máxima. Se tratan de empresas que ofrecen un gran número de seguidores a corto plazo y por un precio módico. Sin embargo, nadie reconoce que acuda a ellas. Debe estar mal visto. Pero se hace.
Pongamos
en un supuesto que has decido utilizar este método en un estrategia social
media. Para tu perfil empresarial, estupendo. Has conseguido en un tiempo
record un gran número de fans. Ya tengo el trabajo hecho. Una cosa menos de la
que preocuparme. ¡ERROR! La convicción de “cuantos más, mejor” en social media
no tiene lugar. Con este servicio, ¿qué tipo de usuario se hace seguidor? Se
tratan de robots, cuentas falsas o
inactivas que lo único que aportan
es una numeración a tu grueso de “seguidores”. Algunas de ellas, disponen
de un perfil más elaborado: cuenta con una fotografía propia, una biografía y
mayor contenido. Pero otras, se tratan de un perfil nuevo tal cual. Sin
actualizaciones. Sin contenido. Sin fotografía.
¿Mayor seguidores, mayor beneficio?
Compra de seguidores. 401(K) 2012 |
Si
ponemos esta definición en relación con la compra de seguidores, ¿clientela?
¿Qué clientela? ¿Un robot? ¿Acaso este tipo de perfiles me aportan un
comentario? ¿Un me gusta? ¿Un futuro cliente? ¿Hablarán a sus amigos de mí? Se
produce por tanto una ausencia de
dialogo. No hay dinamismo en la cuenta, ni participación; se convierte así
en un perfil desértico lo que conlleva a una pérdida de atracción para posibles verdaderos seguidores y, por
tanto, de un futuro cliente que me compre de verdad.
Si
compro amigos, no sabré si mi contenido
es de calidad, atrayente y certero; y lo que es peor el número de seguidores no será proporcional a su repercusión,
dado que la gran mayoría de perfiles que tendremos serán falsos.
¿Qué
quieres adaptar tu mensaje a necesidades futuras de tu público? Imposible. Con
un montón de perfiles falsos no podrás
identificar necesidades de cambio y
planteamientos estratégicos que tu discurso requiere para ser más certero.
Pero, no hablemos de necesidades futuras porque… ¿qué me dices de adaptarlo a
tu target actual? ¿Cómo segmentas? A duras penas lo podrás hacer porque serás
incapaz de identificarlo. No podrás
distinguir los perfiles falsos de los reales.
Al
elaborar tu estrategia en tus redes darás la misma importancia a tu verdadero
cliente que a tu “cliente comprado”. Tu estrategia de compra podría pasar
desapercibida y a penas notarse, pero imagínate por un casual que alguno de tus
seguidores reales se da cuenta de ello. Tu reputación por los suelos e incluso
podría conllevar a la pérdida de
seguidores ¿O acaso tu no abandonarías un perfil cuyos seguidores levantan
tus sospechas?
No
se trata sólo de engordar el grueso de amigos, sino de una mala práctica
sostenida por una falta de profesionalidad que lleva a un daño irreparable a tu reputación social media convirtiéndose en un arma de doble filo que incrementará la
dificultad de gestionar perfiles sociales. Y tú, ¿estás dispuesto a perderla
sólo por conseguir un crecimiento rápido?
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