Desde el pasado sábado, la cuenta oficial del diario de tirada nacional El País en la red social Twitter ha perdido 3.410 seguidores (de 1.964.000 han pasado a 1.960.590). No se trata de una mala estrategia de social media por parte del Community Manager del rotativo, ni mucho menos; sino es fruto del rechazo y repulsa que los lectores del medio han mostrado al perpetuarse el ERE masivo que el grupo Prisa tenía puesto en marcha y que culminará con el despido de 129 trabajadores del grupo.
Hashtags como #ElPaisTeDespide o #NoalEredelPais que recogían las opiniones de los usuarios de la red de microbbloging, fueron tan utilizados durante el sábado hasta tal punto de convertirse en Trending Topic. Por su parte, los trabajadores afectados que ya desde el viernes conocían la noticia de su despido por un email que el comité de empresa envió a cada uno de ellos, ya habían hecho oficial su futura no pertenencia al medio del grupo Prisa a través de sus cuentas personales en las redes sociales. Paradójicamente y, al contrario que @el_pais, estos vieron incrementados sus números de seguidores, tal y como confirmó Ramon Lobo: “Primer efecto del despido: mil followers más en Twitter en pocas horas. Para no tener perfil digital supero a @morenobarber”
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| Tuit Ramón Lobo informando del crecimiento de seguidores en su perfil. |
Se trata por tanto de una crisis digital que el diario ha de hacer frente y no en su mejor momento. Plataformas como Comité El País, comentarios negativos en la Red y en las diferentes redes sociales oficiales de las que El País dispone, así, como vídeos colgados en Youtube inundan la Red restando puntos y dañando seriamente la imagen digital de El País en Internet.
Tienes un email, estás despedido
Ya no valen las grandes exclusivas que los trabajadores dieron al medio, ni los prestigiosos reportajes, ni la cobertura informativa diaria que algunos de los afectados realizaron durante los 30 años de profesión invertidos en dicho medio. Un email, enviado el domingo 11 de noviembre, fue la notificación que el grupo Prisa considero más oportuna para trasmitir la noticia a sus antiguos trabajadores. Este “doloroso ajuste”, que así definió el periódico en una columna de opinión, se debe a la crisis actual y al radical cambio que actualmente sufre el sector periodístico. El blog el Comité El País publicó el contenido de dicha misiva digital:
Muy Sr. Nuestro:
Por medio de la presente le comunicamos que deberá Ud. personarse el próximo lunes 12 de noviembre en la notaría [...] a fin de notificarle y hacerle entrega de la carta de extinción de su contrato de trabajo, de acuerdo con lo establecido en el artículo 53.1 y el artículo 51. 2 y 4 del Estatuto de los Trabajadores, derivada del procedimiento de Despido colectivo por causas económicas, productivas y organizativas, iniciado el pasado 9 de octubre y registrado ante la Dirección General de Empleo con el número 544/12, que concluyó Sin Acuerdo con la representación legal de los trabajadores el jueves 8 de octubre de 2012.
Al mismo tiempo que le enviamos este correo le hemos remitido la misma información a su domicilio por burofax con acuse de recibo.
Sin otro particular, le saluda atentamente [...]
Los afectados
El Periodista Digital ha recogido una amplia lista de afectados de esta criba laboral: Ramón Lobo, Javier Valenzuela, José Yoldi, Manuel Cuéllar, Santiago Carcar, Miguel Ángel Villena, Daniel Borasteros, Juanjo García del Moral, Diego Narváez, Julián Rojas, Isabel Pedrote, Julio M. Lázaro, Lourdes Lucio, Marisa Gascón, David Sánchez, Pérez Cabo, Margot Molina, José A. García Cordero, Santiago Belausteguigoitia, Elena Blanco, Juan Méndez, Miriam Lagoa, Ángeles García, Carmen Guri, Gloria Crespo y Toño Fraguas.
En total, los cargos afectados son: 8 en los mandos intermedios y dirección, 2 corresponsales, 11 jefes de sección, 14 subjefes, 13 redactores de libre disposición, 45 redactores A, 6 redactores B, 2 redactores C, 9 redactores D, 1 redactor de un año, 35 profesionales de Servicios Auxiliares y 4 del área de gestión
¿Consecuencias sociales?
Resulta paradójico que el mismo medio de comunicación que se ha utilizado para dar a conocer el despido a los empleados, el envío de un mail a través de la Internet, sea la principal herramienta que aglutina los esfuerzos de los trabajadores y lectores para mostrar el rechazo ante tal medida. Y, desde aquí planteamos:
¿Permiten las redes sociales dar voz a los que antes no la tenían? ¿Qué tipo de consecuencias sociales pueden traer que grandes medios periodísticos reduzcan sus plantillas bajo mínimos?
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