“Recibir un mensaje de buena suerte es como recibir un abrazo” Esta afirmación, cargada de significado, fue realizada por Sherry Turkle en una de sus célebres conferencias y, con ella, pretendía plantear entre los asistentes la cuestión de si ¿están las nuevas tecnologías modificando el modo de relacionarnos a nivel social de una manera adecuada?
Vivimos continuamente conectados a nuestros dispositivos. Los llevamos a mano continuamente. Ya no nos extraña comentar la conferencia a la que asistimos a través de nuestras redes sociales o consultar el parte meteorológico del día mientras que el ponente se dispone de hablar de una temática que carece de interés para nosotros.
La tecnología sirve en bandeja el concepto de multitarea, es decir, la capacidad de realizar varias cosas a la vez. Algo complejo, hasta entonces, para el ser humano pero que se ha simplificado tanto que ya nos parece convencional, rutinario y sencillo de poner en práctica. Algunos ven, en el nuevo dominio de esta capacidad, la posibilidad de centrarse en aquellas partes, por ejemplo, de una conferencia o reunión, que más llamen nuestra atención. Se nos brinda la posibilidad de personalizar cada uno de nuestros momentos. Pero, dejando de lado el hecho de que incluso las informaciones menos llamativas siempre tienen algo que aportar, ¿la multitarea permite realmente centrarnos o nos dispersa?
Estar juntos en solitario: de la conectividad a la soledad
Turkle afirma que cada vez observa más la incapacidad que se esta desarrollando de entablar una conversación a tiempo real debido a la imposibilidad de controlar lo que puedes decir. Los nuevos medios permiten presentarnos tal y como queremos ser: nos dan la opción de meditar, de editar o, incluso, borrar lo que ya habíamos elaborado. Somos arquitectos y artífices de nuestra propia identidad subyugando la naturalidad y espontaneidad a niveles mínimos. Intentamos desarrollar una identidad lógicamente perfecta: ni mucho, ni poco, justo lo necesario. La socióloga afirma, por tanto, que las redes sociales nos dan la ilusión de las compañías sin las exigencias de la amistad.
Y nosotros nos planteamos, ¿están realmente las nuevas tecnologías, concretamente las redes sociales, imponiendo un modelo de comunicación dónde el individuo está más conectado pero más aislado?
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La socióloga Sherry Turkle (1948 Nueva Cork) ha dedicado gran parte de su trabajo al estudio de cómo la tecnología actualiza las relaciones con los demás, con nosotros mismos y con la tecnología en sí. Conocida como la “Margaret Mead de la cultura digital”, en sus diversas publicaciones medita sobre la necesidad de plantearnos la construcción y uso de la tecnología digital.
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